
El salario medio de un sacerdote en Tenerife alcanza los 700 euros, un 40% más que en Gran Canaria
LAURA DOCAMPO SANTA CRUZ DE TENERIFE (La Opinión de Tenerife 26/12/2007)
Los canarios son, sólo por detrás de los catalanes, los que menos marcan la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta. Mientras que la media nacional de declarantes que contribuyen a financiar el clero se sitúa en el 33,34%, en Canarias se mantiene en un escaso 21 por ciento. Son datos de Víctor Oliva, viceecónomo de la Diócesis de Tenerife. Afortunadamente para las diócesis de las Islas, el dinero que se ingresa a través del IRPF va a un fondo común y de ahí la Conferencia Episcopal española lo reparte entre todas las comunidades en función de variables como la población y el número de parroquias por provincia. Esta carencia de aportes económicos provenientes del IRPF cobrará especial importancia de mantenerse el año próximo, cuando entre en vigor el acuerdo alcanzado entre el Estado español y la Santa Sede, a través del cual se eliminan las aportaciones directas de la Administración con cargo en los Presupuestos Generales y el sostenimiento económico de la Iglesia pasa a depender exclusivamente de las aportaciones que realicen los católicos y los ciudadanos que valoren su labor. La buena noticia es que se incrementará el coeficiente de asignación de la Declaración de la Renta del 0,5 al 0,7%, con lo que, según los portavoces de la provincia tinerfeña, la Iglesia espera recaudar más que antes.
De media 40 euros. De acuerdo con las estimaciones del Obispado de Tenerife, la aportación de una persona con renta media que marque la casilla de la Iglesia en su declaración será de 40 euros. "Hay que tener en cuenta esta cifra, porque muchos fieles creen que con eso ya están cubiertos todos los gastos. Y la verdad es que con eso no alcanza ni para el mantenimiento de su parroquia", matiza el viceecónomo. Para 2008, el presupuesto de la Administración Diocesana de Tenerife será muy similar al del anterior ejercicio, en el que rondó los ocho millones de euros, según adelanta Víctor Oliva. Esta cantidad servirá para mantener las 312 parroquias de la provincia y para pagar las nóminas de sus 210 sacerdotes, que cobran 14 pagas de 700 euros, es decir, un 40 por ciento más de lo que percibe un cura en Gran Canaria, donde ganan una media 500 euros mensuales. Como complemento retributivo, los religiosos reciben también ocho euros por cada misa.
Fuentes de financiación. La financiación de los gastos del Obispado llega por distintas vías. Un 20% proviene de las aportaciones del Estado y un 80 %, de las contribuciones voluntarias de los fieles a través de sus donaciones en las parroquias, suscripciones periódicas y herencias. Cerca de un 10% restante llega a partes iguales de actividades económicas (como la librería diocesana) y de rentas patrimoniales (por alquiler de locales y edificios propiedad de la Iglesia), así como de las subvenciones de organismos públicos, ya sea como contraprestación por servicios prestados o para la restauración y conservación del patrimonio histórico. Los ingresos en este apartado son valorados muy positivamente por el Obispado. "No nos podemos quejar de las subvenciones al patrimonio que recibimos", afirma Oliva y añade que "el millón y medio de euros que recibimos en 2006 en este concepto es una cantidad impensable en otras regiones de España". No obstante, las cuentas del Obispado de Tenerife no están equilibradas. Su déficit se situó en 2006 en alrededor de 1,3 millones de euros. Para solventar esta diferencia de caja, el administrador de la Diócesis nivariense explica que se "enajenaron bienes inmuebles de la Iglesia y se adecuaron inversiones como la permuta de una finca en Buenavista".
Nuevos templos. Pese a la actual escasez de fieles en los templos católicos, de la que ya hablan abiertamente los máximos representantes de la Iglesia en Canarias, durante los últimos 15 años el Obispado de Tenerife ha dedicado "cantidades muy significativas" a crear nuevas infraestructuras, señala el administrador de la Diócesis. Según declaró días atrás el Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, "una minoría de católicos, estimada en un ocho por ciento, van a misa". Sin embargo, en estos momentos hay "60 obras en ejecución, la mayoría de ellas nuevas parroquias financiadas por el Obispado". La construcción de estas nuevas parroquias se centra en el sur de Tenerife, donde el crecimiento demógrafo hace que algunos núcleos nuevos de población no tengan ningún templo, especialmente en zonas de expansión como La Gallega y Cabo Llanos, o en Los Llanos de Aridane. "En algunos de estos lugares tenemos el solar, pero nada más", admite Oliva, quien explica que el Obispado cree que "hay lugares históricamente consolidados y cohesionados, pero en estos sitios es necesario invertir porque es difícil pedirle a los fieles, que están pagando sus hipotecas, que donen dinero para construir su nueva parroquia".
LAURA DOCAMPO SANTA CRUZ DE TENERIFE (La Opinión de Tenerife 26/12/2007)
Los canarios son, sólo por detrás de los catalanes, los que menos marcan la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta. Mientras que la media nacional de declarantes que contribuyen a financiar el clero se sitúa en el 33,34%, en Canarias se mantiene en un escaso 21 por ciento. Son datos de Víctor Oliva, viceecónomo de la Diócesis de Tenerife. Afortunadamente para las diócesis de las Islas, el dinero que se ingresa a través del IRPF va a un fondo común y de ahí la Conferencia Episcopal española lo reparte entre todas las comunidades en función de variables como la población y el número de parroquias por provincia. Esta carencia de aportes económicos provenientes del IRPF cobrará especial importancia de mantenerse el año próximo, cuando entre en vigor el acuerdo alcanzado entre el Estado español y la Santa Sede, a través del cual se eliminan las aportaciones directas de la Administración con cargo en los Presupuestos Generales y el sostenimiento económico de la Iglesia pasa a depender exclusivamente de las aportaciones que realicen los católicos y los ciudadanos que valoren su labor. La buena noticia es que se incrementará el coeficiente de asignación de la Declaración de la Renta del 0,5 al 0,7%, con lo que, según los portavoces de la provincia tinerfeña, la Iglesia espera recaudar más que antes.
De media 40 euros. De acuerdo con las estimaciones del Obispado de Tenerife, la aportación de una persona con renta media que marque la casilla de la Iglesia en su declaración será de 40 euros. "Hay que tener en cuenta esta cifra, porque muchos fieles creen que con eso ya están cubiertos todos los gastos. Y la verdad es que con eso no alcanza ni para el mantenimiento de su parroquia", matiza el viceecónomo. Para 2008, el presupuesto de la Administración Diocesana de Tenerife será muy similar al del anterior ejercicio, en el que rondó los ocho millones de euros, según adelanta Víctor Oliva. Esta cantidad servirá para mantener las 312 parroquias de la provincia y para pagar las nóminas de sus 210 sacerdotes, que cobran 14 pagas de 700 euros, es decir, un 40 por ciento más de lo que percibe un cura en Gran Canaria, donde ganan una media 500 euros mensuales. Como complemento retributivo, los religiosos reciben también ocho euros por cada misa.
Fuentes de financiación. La financiación de los gastos del Obispado llega por distintas vías. Un 20% proviene de las aportaciones del Estado y un 80 %, de las contribuciones voluntarias de los fieles a través de sus donaciones en las parroquias, suscripciones periódicas y herencias. Cerca de un 10% restante llega a partes iguales de actividades económicas (como la librería diocesana) y de rentas patrimoniales (por alquiler de locales y edificios propiedad de la Iglesia), así como de las subvenciones de organismos públicos, ya sea como contraprestación por servicios prestados o para la restauración y conservación del patrimonio histórico. Los ingresos en este apartado son valorados muy positivamente por el Obispado. "No nos podemos quejar de las subvenciones al patrimonio que recibimos", afirma Oliva y añade que "el millón y medio de euros que recibimos en 2006 en este concepto es una cantidad impensable en otras regiones de España". No obstante, las cuentas del Obispado de Tenerife no están equilibradas. Su déficit se situó en 2006 en alrededor de 1,3 millones de euros. Para solventar esta diferencia de caja, el administrador de la Diócesis nivariense explica que se "enajenaron bienes inmuebles de la Iglesia y se adecuaron inversiones como la permuta de una finca en Buenavista".
Nuevos templos. Pese a la actual escasez de fieles en los templos católicos, de la que ya hablan abiertamente los máximos representantes de la Iglesia en Canarias, durante los últimos 15 años el Obispado de Tenerife ha dedicado "cantidades muy significativas" a crear nuevas infraestructuras, señala el administrador de la Diócesis. Según declaró días atrás el Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, "una minoría de católicos, estimada en un ocho por ciento, van a misa". Sin embargo, en estos momentos hay "60 obras en ejecución, la mayoría de ellas nuevas parroquias financiadas por el Obispado". La construcción de estas nuevas parroquias se centra en el sur de Tenerife, donde el crecimiento demógrafo hace que algunos núcleos nuevos de población no tengan ningún templo, especialmente en zonas de expansión como La Gallega y Cabo Llanos, o en Los Llanos de Aridane. "En algunos de estos lugares tenemos el solar, pero nada más", admite Oliva, quien explica que el Obispado cree que "hay lugares históricamente consolidados y cohesionados, pero en estos sitios es necesario invertir porque es difícil pedirle a los fieles, que están pagando sus hipotecas, que donen dinero para construir su nueva parroquia".
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